Un barrio conmocionado. Un barrio que perdió para siempre la paz y la tranquilidad. Él puede aparecer en cualquier momento. Cualquiera de nosotros puede ser su víctima.
Cruel. Desalmado. No para en su psicopático accionar. ¿Qué es lo que busca? ¿Por qué hace esto?
No le importa nada. Su conducta es un desafío. No conoce límites. Es el puto que asusta. Próximamente otro informe sobre este flagelo social.